Cuando sufrimos una crisis emocional, es común sentir asombro, incertidumbre y amenaza. Estos sentimientos nos paralizan, confunden y nos presionan a actuar rápidamente para defendernos, protegernos y solucionar el peligro que percibimos. 

El pensamiento de hacernos daño o acabar con nuestras vidas es frecuente en momentos de crisis, por eso la pregunta más importante en este momento es: ¿Sentís que  tu vida está en peligro o querés dañarte físicamente?